Netflix – Análisis

Netflix es una marca, que es simple porque empezó siendo una marca simple. No cayó en la tendencia, sino que la tendencia de estas marcas “minimalistas” o gráficamente austeras, la alcanzó. Netflix es un logo que dice lo que es en una tipografía sin patines (ahora propietaria, pero antes genérica), con el nombre en altas y fin.

No necesita ser más. Seguramente porque no tenía competencia y no había que sobresalir hasta hace un par de años. Lo mejor de Netflix es el nombre, y es un GRAN nombre NET (RED) + FLIX, o sea FLICKS (PELIS); los estadounidenses tienen una larga tradición en este tipo de generación de nombres y Netflix lo demuestra; es un nombre que hace sentido, que crees que ya has oído aunque sea la primera vez que lo haces.

Hoy en día, su negocio es un poco más complicado, aunque todavía son líderes en la industria con más de 165 millones de suscripciones. Según algunas fuentes, se ven más de 140 millones de horas al día; otras dicen que se ven un promedio de dos horas por usuario al día.

Evolución de marca Netflix

Hoy, como antes, es una marca consistente, pero falta de innovación en su esencia gráfica. Sabe lo que hace y lo hace bien; es lo importante: consistente, simple y se enfoca en el usuario y el contenido. Esto no es fácil de decidir, pero sí es fácil de hacer/implementar [una oda al KISS: Keep It Simple Stupid].

En algún momento (2014 o 2015) Gretel desarrolló la gráfica para la comunicación (con Gotham, de Hoefler & Frere-Jones [hoy Hoefler&Co.]). Esta gráfica giraba en torno a un “montón” (stack) de tarjetas, cada una con un elemento característico de la marca o el contenido (serie, película, documental, etc.) y aunque los elementos son sencillos, se utilizan de una manera interesante, que permite una infinita generación de retículas, animaciones, cortinillas, formatos, etc. De esas ideas sencillas pero con un mucho potencial para nunca aburrir, para nunca verse monótonas.

Grafica para la comunicación de Netflix

En el 2018 Dalton Maag desarrolló “Netflix Sans” siguiendo una decisión más económica que creativa: pagar las licencias de Hoefler ya resultaba muy caro. El departamento interno hizo toda la gráfica, aunque creemos que con algo de dirección o supervisión de Dalton Maag.

Tipografía: Netflix Sans

Hoy, la animación que empieza cuando se inicia la aplicación nos acerca a la N y nos comunica, por medio de líneas de muchos colores, el espectro de contenidos con los que cuenta la compañía (y si le quieren interpretar más, los creadores, fans e idiomas). Irónicamente, el material más sencillo de su identidad, es el más complejo visualmente cuando se descompone en esta animación. Aunque sigue siendo fiel a su filosofía de la simpleza gráfica.

Antonio Serrano.

Coherencia de marca

Si alguien ha pasado por alguna panadería “La Esperanza” y tiene algo de idea de cómo funciona el mundo, seguramente algo no le cuadra.
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Nunca nos ha gustado el logotipo, pero hay algo raro aquí
Todo empezó como hace 4 o 5 años, cuando La Esperanza de Moliere sufrió un cambio radical. En vez de una panadería “normalita” y de precios (y “look”) accesibles, había, con el mismo nombre y hasta un elefante en el logotipo, una panadería muy artesanal, aspiracional, boutique (no por el tamaño, pero sí por los interiores y la oferta) y muy “europea”. Sorprendentemente, sus precios no se modificaron (muchas veces nos hemos encontrado con clientes que creen que un diseño que se ve caro va a desalentar a sus consumidores potenciales; así que un punto para nosotros porque no es TAN cierto) y cada que pasamos por ahí, hay mucha gente comprando pan, pasteles, vinos, mermeladas, licores, etc. O sea que al menos parece que no perdieron nada de mercado.
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La Esperanza en Moliere
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Tan bien hechos, que se antoja comprar pan
Desde que la vimos nos pareció una movida arriesgada pero atinada y con mucho potencial, y no es la primera vez que discutimos la razón de la que la gente que no tiene buen poder adquisitivo pueda o no ir a lugares bien decorados y diseñados con cariño. Pero esperábamos una modificación similar en todas las tiendas. Esto pasó a medias. Hoy (esperamos que sea un período de transición y que pronto se corrija) todas las pastelerías La Esperanza que hemos visto cuentan con los interiores nuevos (esos artesanales y muy europeos), pero tienen en la fachada un horripilante logotipo de un elefante que hace la E y las letras azules que completan la palabra (speranza). Suponemos que el cliente tuvo miedo de hacer el cambio completo y utilizar el logotipo “premium” que usan en la sucursal de Moliere, pero la verdad, estamos en el limbo en esto. Es más, hasta la página web (http://www.esperanza.mx/) utiliza un diseño muy moderno (le podríamos llamar hipster? O esto ya es “mainstream”?) y limpio, pero mantienen su logotipo infantil y hecho por alguien que no sabe mucho de diseño (o al menos eso parece).
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Algunas cosas en la vida no tienen explicación; pero esperamos un día entender cómo se llegó a esta decisión. Nosotros sabemos, con los más de 15 años de experiencia que tenemos en esto del branding/diseño/creatividad, que el logotipo y el diseño de interiores del local deben ser parte integral de la personalidad y promesa de marca; deben ser parte de un mismo concepto. Y aquí esto no cuadra. Entonces, MUY bien a La Esperanza por reinventarse sin miedo con la sucursal de Moliere, pero MUY mal por dejar un logotipo que no cuadra con los interiores en las demás pastelerías.
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Antes y después (¿o Antes y Moliere?)

Cuando algo no debería de funcionar, pero funciona

Hace algunos días nos topamos con una botella de vino que nos llamó mucho la atención. Una gráfica sólida y segura de sí misma, con pocos elementos, pero cada uno con una voz muy personal y definida y colores muy atrevidos en conjunto. La etiqueta del vino “EL NIÑO”, de Campillo tiene los elementos indicados para saltar a la vista y atraer al consumidor; en nuestro libro, una gran victoria en el anaquel.

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Una botella atractiva que brinca del estante.

El problema (¿será problema?) es que inspeccionando de cerca la etiqueta, rompe con casi todas las reglas del diseño. Reglas que por muchos años han definido el “buen” diseño. Reglas en las cuales nos hemos apoyado para hacer lo que hacemos. Reglas que nos dan seguridad en que nuestro trabajo está bien hecho. Reglas que desde la universidad, han recibido un lugar especial como herramientas indispensables de los diseñadores para diseñar.

La tipografía de la etiqueta, en un color rojo brillante, se olvida de la compensación en las curvas de la “O”, que según cualquier tipógrafo que se respete, debe cruzar la línea base para verse del mismo tamaño que las letras rectas. Con la “N” pasa lo mismo: las terminaciones agudas en el asta diagonal ignoran el peso visual y se rigen más por la matemática (o sea, llegan al mismo lugar, aunque deberían ser más largas para que se vean del mismo tamaño).

Detalle de la linea base.
¿Quién demonios diseñó esto?

Otras letras también deciden ignorar a los cánones del buen diseño y no conservan los rasgos que las deberían unificar para que pertenezcan todas a una misma fuente. Las terminaciones y trazos de la “i” y “N” parecen sugerir que las letras fueron trazadas de manera independiente, y por manos distintas. Otro caso es el punto de la “i” que tampoco compensa y es del mismo tamaño (la misma medida) que el fuste (debería ser más grande). Y por si no fueran suficientes insultos, la primera “N” tiene un inicio en ángulo en la parte inferior, mientras la “Ñ” lo tiene horizontal. Y ni nos pregunten por la “i” minúscula que se coló a la fiesta.

Consistentemente inconsistente
¿Habrá sido diseñado por partes, en estudios diferentes?

Con todo esto, al final el diseño funciona muy bien. Puede ser uno de esos casos en donde hay que conocer las reglas para poder romperlas y hacer que el diseño funcione, pero nos ha causado un leve dolor de cabeza desde hace varios días. Todo lo que sabemos de diseño nos dice que está mal diseñada, pero nos encanta.

Ah, y el vino está bastante bueno. Aunque de eso no sabemos mucho…

¿Qué es una marca?

“it’s not what you say it is, it’s what they say it is.”
-Marty Neumeier (The brand gap)

Escuchar personas que confunden palabras algo tan común todos los días, parece insignificante y un poco divertido, pero deja de serlo cuando confunden terminos y afectan de forma profesional y económica. Tal situación sucede con: Logotipo, marca e identidad.

Existen personas que confunden estos términos, e inclusive lucran con este asunto, mercadologos que dicen hacer branding, cuando en realidad solo inventan un nombre, una personalidad de marca y una estrategia de posicionamiento; diseñadores que dicen hacer marca cuando en realidad solo hacen un logotipo, una identidad corporativa, administradores que solo hacen un plan de negocios y crean un valor de marca.

Mitos
Para continuar con este asunto vamos a aclarar un par de asuntos, una marca no solo es un logotipo, ni mucho menos una identidad.

Un logotipo y una identidad no son una marca.

Qué es una marca?
Una marca es un grupo de características que definen el aspecto visual, emocional, físico y operativo de una idea o negocio.

En palabras de Antonio Serrano, uno de nuestros directores creativos y fundadores: “Una marca es un producto o servicio con una personalidad clara y definida; con valores humanos, con historias, con símbolos, con emociones”.

Para comprender un poco más acerca de lo que implica una marca tenemos el siguiente gráfico del libro: designing brand identity de Alina Wheeler.

 

Una marca es

Una vez definido lo que es una marca, es necesario explicar lo siguiente:

Logotipo: Es el termino más entendible para todo el público, sin embargo existe una gran diferencia entre imagotipo, isotipo y logotipo; Miguel Basurto nos explica cada uno.

Logotipo: Es el termino utilizado cuando se usa únicamente tipografía para identificar a una empresa, marca o institución.

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Imagotipo: Combinación entre tipografía y un icono, dicha composición puede tener variantes utilizando cada elemento por separado.

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Isotipo e Isologo: Se denomina asi al icono, es la parte simbólica de una marca.

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Identidad: Es el conjunto de materiales creados a partir del logotipo, esta serie de elementos se personaliza acorde al medio o sustrato que se requiera, la cantidad de aplicaciones puede variar dependiendo el giro del negocio. Para tener una identidad es necesario contar con un logotipo, con los colores definidos, así como su tipografía y los usos correctos e incorrectos que se le darán. Teniendo lo mencionado anteriormente se puede pasar a desarrollar lo siguiente:

Papelería – Hoja membretada, tarjetas de presentación, sobre, etc.
Editoriales: Cartel, folleto, manual, carta, tríptico, etc.
Empaque: Individual, paquete, mostrador, etc.
Uniforme: Vestimenta del equipo de trabajo.
Señalética: Interior y exterior.
Mensaje: Tono de voz, formas de expresión, etc.
Digital: Animaciones, audio, video, etc.

En palabras de Carlos Losan: La identidad gráfica es la carta de presentación de la empresa, es la que nos representa como empresa y trámite nuestros valores, virtudes, historia etc. Nos da forma física por así decirlo, y representa también el giro, de lo que somos y ofrecemos.

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Entender el significado de cada termino hará una diferencia enorme, por ahí dicen que: “no es lo mismo que lo mesmo”

 

ARTE, HIPSTERS Y CRUSTÁCEOS

Los humanos son naturaleza, son parte y resultado de la evolución. Nuestros actos y nuestros pensamientos son producto de esa evolución. En consecuencia, cuando los humanos llegan a conocer algo, se revela su propia naturaleza.

 Ernst Haeckel. Naturalista, ilustrador y filósofo alemán (s. XIX – XX)

https://www.youtube.com/watch?v=szhJzX0UgDM

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Algo pasa con las langostas. Algo tiene su fisionomía, su vivo color, sus intrincadas mecánicas motoras, su comportamiento “social”. Algo tiene ese cascaroso crustáceo que parece despertar la curiosidad y creatividad de artistas, diseñadores y demás bichos del abanico estético-creativo. ¿Qué será?

Uno de los caminos a tomar, para no ahogarnos en pesados laberintos zoo-filosóficos –al menos en primera instancia y a modo de estrategia comunicativa-, sería simplemente dejar planteada la pregunta. (Diremos que las preguntas nos dejan pensando y pensar siempre es bueno.)

Quizás también podríamos ampliar un poco más y ahondar en las posibles motivaciones emocionales, estéticas, inconscientes que parece generar este crustáceo.

O incluso podemos utilizar todo esto como excusa y merodear -como tiburones- alrededor de algunos productos creativos (cinematográficos, tipográficos, pictóricos, etc.) vinculados de una u otra forma a esta curiosa manía marina.

Dalí, el fetichista

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Una de las obsesiones de Salvador Dalí. El artista vinculaba las langostas con lo afrodosíaco, lo sexual y con el miedo: “la historia de este terror continúa siendo para mí uno de los grandes enigmas de mi vida”.

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Una de las obras más emblemáticas es su Teléfono langosta (1936), o “Teléfono afrodisíaco” como solía llamarle. Este objeto surrealista fue un encargo del acaudalado poeta y coleccionista inglés Edward James, quien pidió al artista que convirtiera su casa en un palacio de excentricidades.

Fanático del buen comer, Dalí gustaba de incluir alimentos en sus creaciones pictóricas o performáticas, que combinados con objetos cotidianos como teléfonos o relojes, resultaban en provocaciones alucinógenas y oníricas.

La langosta como animal metafórico (al igual que las hormigas, los leones, y los alimentos tales como el pan, los huevos, la carne) es retratado en varias de sus obras, quizás, como forma de sublimar ese terror inconsciente e inexplicable al que hacía alusión.

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Tal es el caso de la langosta cubriendo genitales femeninos (en un claro sentido sexual), sobre la cabeza de su mujer Gala, o ilustrando el cartel de un ciclo de conferencias surrealistas (1935).

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El crustáceo, ya convertido en símbolo, es retomado por la diseñadora de modas italiana Elsa Schiaparelli, quien junto con Dalí, crea en 1937 el Vestido con langosta.

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The Lobster font, ¿otra víctima del comicsansismo?

 En 2010, el diseñador argentino Pablo Impallari (Libre Franklin, Libre Bodoni, Encode Sans, entre otras) crea esta cuidada tipografía, de claro corte vintage. Tras el ofrecimiento de formar parte del catálogo de Google Fonts, la Lobster se convirtió en una de las más utilizadas en diseños de todo tipo, clase y color (vintage o no).

Un año más tarde, en 2011, lanza una segunda versión: “Lobster Two es la versión actualizada y mejorada de la familia The Lobster Font, que ofrece un peso más liviano y dos nuevas variantes verticales.” (impallari.com)A partir del uso desmedido e indiscriminado de esta familia, algunos se han animado a comparar el fenómeno al de la tipografía más odiada del planeta (sí, la Comic Sans. Vincent Connare, 1994). Las Lobster han llegado incluso a ganarse un lugar en las listas de las tipografías que ya no debemos usar.

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Comenta Impallari acerca de su creación: “Es gratificante encontrarla por la calle, o en las revistas o la televisión. A veces los diseñadores la utilizan con mucho acierto y otras veces no tanto, pero eso está fuera de mi alcance.”

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Todo elemento comunicativo –y no mera decoración- tiene su objetivo y su personalidad. Al convertirse en moda y repetirse hasta el hartazgo, su función se diluye al punto de desaparecer. Como una diva en decadencia, anhelando su pasado de gloria.

Sólo el tiempo, o la condición cíclica de la moda, dirán si se merece una segunda oportunidad.

Pero… ¿por qué su nombre crustáceo? Habrá que preguntarle al creador: impallari@gmail.com

The Lobster (película), surrealismo crítico

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En 2015, el director de cine griego Yorgos Lanthimos presenta su última película, titulada The Lobster. En ella, se presenta un mundo distópico en el que los solteros son llevados a un hotel-cárcel, donde deberán encontrar al amor de su vida en 45 días. Si no lo hacen, al cabo de ese plazo, serán convertidos en un animal a su elección. El protagonista lo tiene decidido y lo explica en estas líneas:

Manager del hotel: ¿Ha pensado qué animal querría ser de terminar solo?

David: Sí. Una langosta.

Manager del hotel: ¿Por qué una langosta?

David: Porque las langostas viven más de cien años, tienen sangre azul como los aristócratas y son fértiles durante toda su vida.

Y claro, de ahí el título de la película. Una vez más, este animal está vinculado al surrealismo, ya que todo gira en torno a una metáfora –ver parodia- crítica de los vínculos amorosos y a la exaltación exagerada de la pareja como base de la felicidad. La lógica interna del film se construye a partir y a través de una estética vintage pero en un mundo aparentemente futuro, lo que genera un extrañamiento a la vez que revela una cruda realidad.

La langosta como hipster icon

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Flamingos, cebras, zorros, tigres, lobos, osos, ciervos… langostas.

Todos estos animales parecen estar de moda. Se han convertido en iconos, han aterrizado y plagado las redes sociales, la moda; se han vuelto cool.

 https://www.pinterest.com/dtatt/my-lobster-obsession/

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Comenzábamos este post destacando algo que no siempre recordamos: los humanos también somos animales. Sí, qué obviedad.

Y quizás esta repentina -aunque no inocente- necesidad de volver a la naturaleza, a lo primitivo, a lo animal, no sea más que un mensaje de esta era.

Quizás los humanos nos hemos saturado y estamos necesitando un regreso al origen. No en vano la moda de lo orgánico, de la medicina natural, de la defensa de los “derechos” de los animales, de lo eco-sustentable, etc.

Si pensamos hacia atrás, los artistas románticos del siglo XIX –por ejemplo- ya planteaban esta necesidad de evadirse, de romper los límites y entregarse a las pasiones, al deseo de libertad irrefrenable, etc. ¿No nos parecemos, acaso, bastante a eso?

Como decíamos, la moda es cíclica (porque la naturaleza y el ser humano lo son) y no será ni la primera ni la última vez que vivamos un período de estas características.

Habrá que seguirle la corriente a las langostas y ver dónde nos llevan.

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Más:

http://www.impallari.com/lobster

http://www.lobsteristhenewcomicsans.com/about-us/

Salvemos la Fuente Lobster

http://increnta.com/es/blog/es-la-lobster-la-nueva-comic-sans/

http://www.letteringtime.org/2014/04/entrevista-pablo-impallari.html

Serie: Relación entre el cliente y el estudio

A lo largo de nuestras carreras, hemos visto que suele ser más complicado manejar la relación entre el cliente y el estudio, que el trabajo creativo por sí mismo.

Nos parece pertinente, tanto para creativos como para clientes, explorar la relación de trabajo entre el estudio y la marca, para no solamente minimizar dificultades, sino, realmente, construir relaciones que agreguen valor al proyecto.

¿Es posible que aprendiendo a comprar diseño y a escuchar al cliente, los proyectos creativos suban de nivel? ¿Es posible que nuevas y mejores prácticas de trabajo entre estudio y cliente resulten en mejores marcas?

Estamos seguros que sí. En nuestra búsqueda por encontrar cuáles son estas prácticas, en los siguientes meses, nos enfocaremos a leer y escribir del tema, con la esperanza de que nuestros lectores (diseñadores y clientes), elevemos la relación de trabajo y podamos así crear cada vez mejores resultados para las marcas (que al final, es lo que ambos buscamos).

En este artículo, además de introducir el objetivo de la serie «La relación entre agencia y cliente», les presentamos la lista de libros que encontramos, en la que basaremos muchos de los contenidos.

  1. What Clients Really Want (And The S**t That Drives Them Crazy): The Essential Insider’s Guide for Advertising Agencies on How Account Management Can Create Great Client/Agency Relationships, de Chantell Glenvillee79c4350d4a99abd3dca0a845070caaf51b1495d_860
  2. The Art of Client Service: The Classic Guide, Updated for Today’s Marketers and Advertisers, de Robert Solomon

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  3. How to Get the Best Creative Work From Your Agency, de Nancy L. Salz

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  4. Client Agency Relationship, de Nicole Lorat

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5. Agency Mania: Harnessing the Madness of Client/Agency Relationships for High-Impact Results, de Bruno Gralpois

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6. Clients from Hell: A Collections of anonymously-contributed client horror stories from designers, anónimo

Este, la verdad, para parar las antenas y reír (o llorar?) un poco.

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Para los que quieran leer más de branding y cómo llevar una agencia, además de la relación con el liente, esta lista está muy completa. Tenemos y hemos leído varios de los libros recomendados, y ubicamos muchos otros, así que se ve que está bien curada. 25 Must Reads For Creatives

¿Qué estrategias de colaboración con cliente/estudio aplicas para mejorar el resultado final de un proyecto creativo?

 

¿Para qué diablos sirve la tipografía?

El tema de la tipografía es para algunos (los diseñadores muy clavados) apasionante, para los más novatos (tanto diseñadores como clientes) irrelevante. En el estudio nos damos agarrones consultores-diseñadores a cada rato. La conclusión a la que algunos hemos llegado, es que la tipografía es la base del diseño. Es importantísima, es lo que establece el tono, la actitud. La tipografía es como los tacos de perro.

1. El que no ha probado otra cosa no se da cuenta

La tipografía, como los tacos, la hay bien y mal hecha. Bien y mal escogida. Pero solamente aquellos que han desarrollado un gusto (un paladar), distinguen cuando se trata de un taco de perro o de res. Esto explica porque hay tantos artes con mala tipografía.

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2. Hasta la carne de perro jala con limón y salsa

Si piensas en una pieza de diseño (póster, por ejemplo), como en un taco de pastor. Los elementos que se agregan a la carne (tipografía), como son el adobo, la cebolla, la piña, el limón y la salsa, disfrazan y distraen del sabor original.  Una tipografía mal escogida puede salvarse con los demás elementos de diseño, pero eso no quita que estemos comiendo perro. No quita que habiendo 10,000 tipografías disponibles, hayamos elegido una que no viene al caso, o que no pone el corazón del platillo. Al final, el trabajo de la tipografía es establecer el tono, la forma, la voz de lo que se está comunicando y de quién lo está comunicando.01_Tacos_al_Pastor

3. No es cierto que da lo mismo

Sí, borrachos a las 3 de la mañana, o muertos de hambre a las 4 de la tarde, sí, cualquier taco es bueno. Pero si ya estamos invirtiendo tiempo y dinero en diseño; si pasamos horas moviendo colores, acomodando, pensando retícula, ¿por qué no darle ésa importancia a la selección de la tipografía?

No podemos seguir dejando que tipografías como Trajan sean el «default» de cine, por ejemplo. ¿Desde cuándo 4 solteras de Nueva York hablan igual que los Jedi?

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Y mucho menos podemos dejar que Comic Sans sea la única letra «amigable» «a mano» que conocemos!!!

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Decidí que la tipografía es como los tacos de perro porque sólo el ojo entrenado valora la diferencia, porque no siempre se nota a simple vista. Sin embargo, distingamos o no, ¿Quién a sabiendas preferiría perro?

Los tacos de perro (o la mala tipografía o mal uso de la tipografía) siempre va a existir, siempre va a ser una opción cuando no haya de otra. Pero ¿quién en su sano juicio escoge un taco de perro si puede comer res?  ¿Quién no querría saber distinguir la diferencia para no caer en la trampa de comer perro, comprar perro o cocinar perro?

Así que ¿de qué diablos sirve la tipografía?  Sirve para establecer el tono, elevar la conversación, distinguir de entre mil voces, balancear el diseño.

¿Cuál es tu placer culpable? ¿Qué tipografía se ha convertido en tu zona de confort venga o no al caso? 

 

 

 

 

Al cliente (o lector) lo que pida…

Este post va dedicado a María Bi, que pidió nuestra opinión acerca del nuevo logotipo de La Comer.

Empecemos por decir que el logotipo anterior de Comercial Mexicana era un excelente ejemplo de un isotipo abstracto, bien ejecutado gráficamente, aunque un poco frío e industrial por los cortes tan geométricos (nuestra opinión, recuérdenlo). Diseñado en 1986 por Rafael Treviño cuando estaba en el despacho de Fernando Rión, la imagen anterior presenta líneas seguras y precisas. Con una tipografía anclada en la época en que fue diseñado, que al menos no es Helvetica, falla un poco en el interletrado.

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La nueva propuesta hace tres cosas bien: utiliza el nombre que todos de damos a Comercial Mexicana (La Comer), mantiene al pelícano como ícono central de la identidad y conserva los colores institucionales (aunque los hace un poco más frescos). El tema del nombre es algo complejo, porque al parecer, es un tema legal en el que una marca (Soriana?) compró varias tiendas y el nombre; y las restantes no pueden usarlo en lo que se reparten los bienes. En fin, creemos que fue un acierto usar La Comer. El pelícano se ha asociado con este supermercado ya por varios años y algo completamente nuevo no necesariamente hubiera sido malo, pero nos complace ver que la historia y el legado de la marca se decidieron mantener – al menos por ahora.

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Al mismo tiempo, la nueva propuesta hace tres cosas mal: presenta Impact como la tipografía, acomoda extrañamente “la” en la composición del nombre y cambia el envolvente del pelícano. Impact. En serio?? Ahora nos arrepentimos del comentario de Helvetica. Habiendo tantas tipografías allá afuera y tanto talento nacional (o internacional, si prefieren) para el desarrollo de una fuente propia, Impact fue la elección?? No tenemos idea de quién haya tomado esa decisión y esperamos que pronto salga a la luz la tipografía oficial y que este sea un uso temporal. *cruzamos los dedos* El acomodo del nombre parece ser una forma de separar “la” de “Comer”, pero hay muchas otras opciones más afortunadas gráficamente (LaComer, por ejemplo). Y el envolvente creemos que es igual de icónico que el pelícano; parece que el razonamiento fue: “si ya vamos a rediseñarlo, de una vez rehagamos todo”. Tal vez nos hubiera gustado que el envolvente fuera un sol, posicionando al pelícano en su hábitat natural; pero aún así, el original tenía mucha presencia (aunque fuera menos amigable). La “evolución”del pelícano no es mala, ya que lo hace más amigable, más realista (un poco) y se enfoca en la cabeza, que al final es la parte más distintiva del pelícano. Aunque nos duele no ver más el pelícano ejecutado con esa excelencia gráfica, sabemos que la nueva propuesta tiene lo suyo.

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En BAMF tenemos una dinámica en la que cada diseñador (o porgramador, o community manager, o quien se anime…) tiene que diseñar una playera cada X tiempo. Les dejamos una de las propuestas de hoy a manera de despedida.

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Dando señales de vida…

Una imagen que nos tiene muy emocionados
Una imagen que nos tiene muy emocionados

En Con base a en la promoción que nos hizo D10 hace unos días, decidimos desempolvar el blog; que llevaba más de un año «siesteando». Ya saben cómo es esto de tener un blog y un despacho de diseño: nunca hay tiempo para las dos y lo bueno es que al menos en eso sí hemos sido constantes.

Obviamente hay MUCHAS (si, con mayúsculas) cosas que contar: tuvimos el orgullo de diseñar la identidad institucional para el gobierno del país, rediseñamos todo el posicionamiento y la marca para BSCU con una propuesta muy innovadora para la categoría (esto se merece su propio post, que espero no tarde más de un año…), ganamos unos premios a! Diseño en la categoría de empaque, somos finalistas en los premios Quórum con tres proyectos, estamos a punto de cumplir 5 años como despacho, nos invitaron a dar una conferencia y un taller a Culiacán (si, los de D10), una plática en Miami Ad School y otras dos en la Universidad Iberoamericana. Todo esto nos tiene muy orgullosos de lo que hemos logrado y muy emocionados de los proyectos que puedan venir en el futuro.

Y por si todo esto fuera poco, hemos recibido muchos correos de diseñadores interesados en trabajar con nosotros y aunque nos gustaría invitar a más de 1, tristemente no estamos en esa posición. Todavía.

En fin, este pequeño post es sólo para ver si logramos revivir a nuestro muy querido, pero olvidado blog. Ojalá se le quiten las polillas y empiece a ser un ente activo en la comunidad del diseño, que al final es lo que buscábamos cuando empezamos con todo esto.

Tu diseño despierta

Hemos estado ausentes MUCHO TIEMPO (cosa rara en este blog…). Así que se merecen un premio en la forma de un post con bastante contenido y que espero les guste.

Hace unos meses, colaboramos con la gente de Nestlé en la campaña “Tu diseño despierta a la vida con Nescafé”, en el que se invitó a estudiantes (de los últimos semestres de carreras relacionadas con la creatividad) y diseñadores recién egresados (uno o dos años) a someter propuestas de diseño para los vasos de Nescafé. Además de los premios que ofreció Nestlé (Una tableta Wacom, una Mac Mimi y una Macbook air, para el tercer, segundo y primer lugar, respectivamente), los ganadores podían participar en el proceso de reclutamiento para estar, por lo menos, tres meses trabajando (aprendiendo, enseñando, divirtiéndose y desvelándose) con nosotros.

Nescafé ofreció premios muy atractivos para los tres primeros lugares

La respuesta fue impresionante: Más de 600 diseños fueron ingresados y el proceso de selección fue largo y difícil, pero al mismo tiempo muy interesante. Después de una larga tarde en la oficinas de Nestlé con la gente encargada del proyecto, se seleccionaron 20 semifinalistas, a quienes había que “rankear”. Cada equipo de jueces seleccionó a sus favoritos (filtrados por qué tanto las propuestas estaban en línea con la marca Nescafé, la calidad del trabajo y creatividad del concepto). Así, se seleccionaron 10 finalistas, todo ellos MUY talentosos: Jonathan Aquino, Cho Byeong (a él no lo conocimos, ya que estaba de intercambio en la U. Anáhuac y se regresó a Korea, de donde es), Edgar Camacho, Rodrigo Gutiérrez, Adrián Mendoza, Ignacio Ortiz, René Rosas, Paulina Sánchez, Briseida Sulub y Arturo Torres. Tuvimos la fortuna de entrevistarlos para conocerlos un poco más y saber más de su pasión por el diseño, la creatividad y la ilustración. Algunos de ellos nos enseñaron sus portafolios, nos pasaron links para que viéramos más de sus trabajos y nos platicaron de sus hobbies, intereses en la vida, su proceso creativo y su experiencia como creativos.

Unos de los seleccionados
Como pueden ver, la tarea NO fue fácil

Seleccionar al ganador fue todavía más difícil, ya que TODOS los trabajos eran muy buenos. Ilustraciones técnicamente perfectas y conceptos sólidos, que nos dieron horas de discusión en la oficina para definir quién sería el ganador. Y a quién invitaríamos a quedarse con nosotros un rato para tener algo de experiencia en un despacho.

Los 10 finalistas en el auditorio de Nestlé, esperando el resultado

Al final, Se anunciaron los tres ganadores: Briseida en tercer lugar, Rodrigo en segundo y Edgar en primero. Edgar fue a quien al final se abrió la puerta de bamf! y fue un alivio saber que aceptó la invitación. De lo poco que conocemos de él, es una persona decente, derecha y que ama lo que hace (no muchos podemos decir eso). Todavía no está maleado por clientes difíciles ni jefes nefastos que ven más por otras cosas que por la creatividad, y mejor aún, no es ‘diva’. Esperamos que la pase muy bien con nosotros, que aprenda, que enseñe y que crezca como persona y como profesional.

De izquierda a derecha: Tercero, segundo y primer lugar

Aparte, es fan de los comics y de los videojuegos, dos cosas por las que más de uno en bamf! se desvela uno que otro día de la semana.

El diseño ganador. Le auguramos muy buenas cosas a Edgar en el futuro.

Les dejo links de algunos de los finalistas. Sabemos que les van a gustar y ojala alguien les eche un grito pronto para encargarles unos que otro trabajo, y por qué no, ofrecerles una vacante. Si no se apuran, nos quedamos con todos.

Jonathan Aquino: http://jonytentaculos.tumblr.com/
Edgar Camacho: http://edgartorre.deviantart.com/
Rodrigo Gutiérrez: http://www.behance.net/doser
Adrián Mendoza: http://www.behance.net/hellosobre
Arturo Torres: http://www.flickr.com/photos/r2islove

Los 10 finalistas al final posaron para la foto del recuerdo junto con Héctor Falcón y sus vasos gigantes (los cuales se pudieron llevar a casa como recuerdo).

Una de las tantas joyas que pudimos ver durante el proceso:

Gran trabajo tipográfico de uno de los concursantes.