Branding, Netflix, Análisis.

Netflix – Análisis

Netflix es una marca, que es simple porque empezó siendo una marca simple. No cayó en la tendencia, sino que la tendencia de estas marcas “minimalistas” o gráficamente austeras, la alcanzó. Netflix es un logo que dice lo que es en una tipografía sin patines (ahora propietaria, pero antes genérica), con el nombre en altas y fin.

No necesita ser más. Seguramente porque no tenía competencia y no había que sobresalir hasta hace un par de años. Lo mejor de Netflix es el nombre, y es un GRAN nombre NET (RED) + FLIX, o sea FLICKS (PELIS); los estadounidenses tienen una larga tradición en este tipo de generación de nombres y Netflix lo demuestra; es un nombre que hace sentido, que crees que ya has oído aunque sea la primera vez que lo haces.

Hoy en día, su negocio es un poco más complicado, aunque todavía son líderes en la industria con más de 165 millones de suscripciones. Según algunas fuentes, se ven más de 140 millones de horas al día; otras dicen que se ven un promedio de dos horas por usuario al día.

Evolución de marca Netflix

Hoy, como antes, es una marca consistente, pero falta de innovación en su esencia gráfica. Sabe lo que hace y lo hace bien; es lo importante: consistente, simple y se enfoca en el usuario y el contenido. Esto no es fácil de decidir, pero sí es fácil de hacer/implementar [una oda al KISS: Keep It Simple Stupid].

En algún momento (2014 o 2015) Gretel desarrolló la gráfica para la comunicación (con Gotham, de Hoefler & Frere-Jones [hoy Hoefler&Co.]). Esta gráfica giraba en torno a un “montón” (stack) de tarjetas, cada una con un elemento característico de la marca o el contenido (serie, película, documental, etc.) y aunque los elementos son sencillos, se utilizan de una manera interesante, que permite una infinita generación de retículas, animaciones, cortinillas, formatos, etc. De esas ideas sencillas pero con un mucho potencial para nunca aburrir, para nunca verse monótonas.

Grafica para la comunicación de Netflix

En el 2018 Dalton Maag desarrolló “Netflix Sans” siguiendo una decisión más económica que creativa: pagar las licencias de Hoefler ya resultaba muy caro. El departamento interno hizo toda la gráfica, aunque creemos que con algo de dirección o supervisión de Dalton Maag.

Tipografía: Netflix Sans

Hoy, la animación que empieza cuando se inicia la aplicación nos acerca a la N y nos comunica, por medio de líneas de muchos colores, el espectro de contenidos con los que cuenta la compañía (y si le quieren interpretar más, los creadores, fans e idiomas). Irónicamente, el material más sencillo de su identidad, es el más complejo visualmente cuando se descompone en esta animación. Aunque sigue siendo fiel a su filosofía de la simpleza gráfica.

Antonio Serrano.

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