Ya escribimos hace algunas semanas acerca de la importancia de balancear el trabajo; como los del Museo de Antropología no estan muy comunicativos, tenemos que buscar otras maneras de alimentar nuestra creatividad. Con esto en mente, hemos desarrollado uno que otro personaje; todavía no sabemos qué vamos a hacer con ellos (camisetas, posters, soltarlos al mundo, venderlos a algún narcotraficante que tenga un zooloógico…), pero empiezan a formarse y tener una personalidad e historia.
Este en Anton. Es el líder de la pandilla. No le gustan las ferias. Es hijo de uno de los demonios menos importantes del infierno. Piensen en él como el primo travieso de Hellboy (que por cierto he estado leyendo últimamente, pero no es un fusil, lo prometo!).
Hay otros tres integrantes, pero los iremos revelando en los siguientes días.