El pasado Diciembre tuvimos la suerte de conseguir una visita guiada para la exposición “Zares: Arte y cultura del Imperio Ruso” en el Museo Nacional de Antropología. La exposición en sí es muy interesante, ya que presenta la historia de una de las épocas más conocidas y extravagantes de Rusia. La historia, centrada en la dinastía de los Romanov (pronunciado Románov) se presenta de manera cronológica, empezando con Pedro I (el Grande) en 1721 y terminando con Nicolás II (el Mártir) en 1917. Lo mejor de la exposición, como debe de esperarse, son los objetos que se muestran. Nos dijeron que fuéramos abrigados, porque para la conservación de las piezas se necesita una temperatura bastante baja, pero algo no funcionó y hacía bastante calor. Sólo esperamos que se haya solucionado el problema.
Como buenos diseñadores, rápidamente empezamos a inspeccionar la museografía, “diseñada orgullosamente en México”. Se utilizan dos tipografías en la exposición, la primera, para títulos, es alguna de las MUCHAS variantes de Garamond y la segunda, utilizada para el texto principal, es Akzidenz Grotesk.
Vamos a expresar nuestras razones para estar MUY en desacuerdo con estas elecciones:
GARAMOND:
• Teniendo grandes tipógrafos rusos, como Dmitry Jakovlev, Ilya Ruderman, Yury Ostromentsky, Dasha Yarzhambek o a alguno de los muchos que trabajan en Paratype, no vemos la necedad de usar una tipografía diseñada por un francés (Claude Garamond o Jean Jannon, sea cual sea la variante). En el último de los casos, pudieron haber usado ITC Veljovic, de Jovica Veljovic (MUY parecida a Garamond). Y aunque Veljovic no es ruso, sino Serbio, sí es más ruso que Garamond o Jannon.
• Cronológicamente hablando, Garamond fue diseñada en el S. XV o XVI, según de la que se hable; la exposición abarca los Siglos XVIII, XIX y principios del XX. Esto quiere decir que Garamond NO es relevante en ningún aspecto para la historia de los Zares.
AKZIDENZ GROTESK
• Diseñada en 1898 por la compañía Berthold en Berlín y aunque es MUCHO mejor que la sobre–utilizada Helvetica, tiene menos que ver con los rusos que Garamond.
A la hora de tomar fotos, una “guardia de seguridad” nos informó que dicha actividad estaba prohibida. No nos gusta la idea de no poder tomar fotos, pero bueno, no es el único lugar en el que no las permiten (aunque lo hicimos sin flash). Después de un rato de echar humo y malas caras, nos resignamos y empezamos a dibujar. Se nos acercó la misma “guardia” y nos dijo que tampoco estaba permitida la toma de apuntes… ¿QUÉ??!! ¿No podemos tomar apuntes? ¿¿ES EN SERIO?? Y luego por qué los mexicanos somos ignorantes… No lo podíamos creer (ni las demás personas que asistieron a la visita y escucharon la conversación). Salimos con MUY mal sabor de boca. Pero no todo es malo; les recomendamos visitar la exposición y poner MUCHA atención a lo que vean, porque de lo que se acuerden al salir y hasta ahí. Para los fanáticos de la tipografía, uno o dos cuartos antes del último, hay una pieza MUY interesante, llena de letras rusas en una muy buena composición. Se encuentra a la derecha del retrato de uno de los últimos Zares (Nicolás o Alejandro), a la izquierda de la puerta por la que se avanza a la siguiente sala.
Como última reclamación (al vacío), al Museo de Antropología le URGE un rediseño en su página en Internet. No es necesario compararla con la del Museo Británico o el Museo de Orsay (aunque deberían, para así elevar el nivel en México); basta con visitar el sitio del Museo Nacional de Arte para ver algo bien hecho.
Para terminar con una nota positiva, en la explanada del Museo hay bastantes piezas escultóricas de Jorge Yazpik (casi seguros que el él). Son piedras bastante grandes que combinan formas orgánicas (obra de la naturaleza) con formas geométricas realizadas por el artista. Tal vez mañana nos demos una vuelta para tomar fotos y subirlas al Blog (no nos gustan las entradas sin imagenes).
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